Alguna vez se ha definido a las
computadoras como inteligentes bobos; es decir máquinas que pueden
hacer muy bien todo aquello que se les ordena pero absolutamente
incapaces de pensar por si mismas.
El talento de aprender y de reaccionar
ante situaciones totalmente nuevas está – por ahora – reservado
a la humanidad.
Noticias periodísticas publicadas en
esto días – en este caso La Nación de Buenos Aires – dan cuenta
de los intentos por crear chips capaces de funcionar como el cerebro
humano.
“Falta muchísimo” concluye el
periodista ¿Cuánto es muchísimo? Porque los tiempos de la red son
difíciles sino imposibles de calcular.