Por ejemplo una empresa que pretenda digitalizar su facturación y cobranza deberá asegurarse que sus clientes estén en condiciones de utilizar esas herramientas. Se trata, claro, de un ejemplo extremo pero que sirve para bajar el concepto a tierra.
Les dejamos aquí algunas opinienes de Alejandro Prince - Prince & Cooke - publicadas en su último newsletter:
Tres brechas, tres dispositivos I: nuestro alx viene predicando que la brecha digital no es una sino tres, en sentido amplio (aunque no metafísico ni religioso). Una es la brecha propiamente digital (tener o no acceso a dispositivos y conectividad, sin importar si esto es propio y pago, o privado o público). Otra es la (o las) brecha/s analógica/s (educación, trabajo, vivienda, etcétera), que pueden ser vistas ex-ante, como condicionantes o predictoras de la brecha digital propiamente dicha pero que, indudablemente, en la Sociedad del Conocimiento serán variables dependientes del acceso y uso (o no) de las nuevas tecnologías. Esta brecha analógica tiene gran relación con el nivel de apropiación primaria, del uso "con sentido" que pueda hacer cada uno de las TIC, de cuánto y cómo puedan aprovecharse las TIC para la mejora de la calidad de vida y de las actividades de cada persona (estudio, productividad y trabajo, socialización e inclusión social, información y comunicación e, incluso, entretenimiento). Pero, según Prince, hay una tercera brecha que llama "simbólica" (no por irreal), ligada con las expectativas, creencias y valores de los usuarios: no es igual tener un marco familiar y social que privilegia y disciplina el estudio y trabajo ("mandatos"), que no tenerlo. Tres brechas, tres dispositivos II: para apropiarse profundamente de los beneficios de la Sociedad del Conocimiento hacen falta intenciones -conscientes o inconscientes-, una cosmovisión que incluya estrategias de mejora de la situación actual de cada uno. Las tres brechas son indivisibles e interdependientes a largo plazo, solo vale la pena separarlas para el análisis o para diseñar soluciones. Un 25% de jóvenes (18 a 24 años) que no trabaja ni estudia (según la Escuela de Economía de la UCA) es algo que hay que empezar a solucionar ya, porque resolver sus efectos tomará, al menos, una generación. Esto es brecha analógica pero, también, simbólica en sus efectos. No sólo de TIC vive el hombre, y la mujer. El diseño de políticas de inclusión digital debe considerar las tres brechas, así como está considerando a los tres dispositivos de acceso: la vieja PC, el capilar celular y la inmediata TV digital, y potencialmente interactiva (que es mucho más que ver mejor comprando un LCD en 50 cuotas). De la mano de los mismos cambios en dispositivos y tecnologías de acceso, la brecha digital pura podría ser cosa del pasado en el bicentenario "institucional" (en 2016) del país, pero ese plazo es muy corto para los otras dos brechas. Estudio, trabajo y valores son viejas recetas, no por eso menos efectivas.
Es interesante la nota sobre la brecha digital sobre todo cuando nos tenemos que preguntar ¿Que papel juega el Estado para evitar esta brecha?.En la nota se nombran condiciones necesarias que deben tener todos los individuos que conformamos una sociedad,(trabajo,educacion,vivienda,etc)y que las mismas seran variables dependientes para el ingreso o no a las nuevas tecnologias.Considero que primero para hacer una inclusion digital se deben garantizar la inclusion a todas las condiciones antes descriptas.
ResponderEliminarLa becha digital existirá como tal, cuando los códigos de comunicación no sean adecuados al momento de transmitir información, por ejemplo si pretendo llevar información digital a un lugar donde no hay computadoras
ResponderEliminarDesde mi punto de vista la brecha digital es también una brecha social-económica , cultural , religiosa, entre otras .