Promover el desarrollo de personas y equipos creativos supone una intervención tanto pública como privada en las valoraciones que las personas, y la sociedad misma, tienen de la innovación y la creatividad.
Un buen ejemplo de intervención pública fuero las propuestas españolas para el año europeo de la creatividad.
Como habrán visto se hace especial hincapié en la articulación entre sistema educativo – especialmente el nivel universitario – sector privado y gobierno.
Desde nuestro lugar como futuros profesionales universitarios de la gestión logística cabría preguntarse ¿Qué podemos hacer nosotros para promover un funcionamiento más creativo de aquellos equipos de trabajo que integramos?
Un buen modo para empezar a responder esta pregunta es recorrer las diversas técnicas de movilización creativa inventariadas por el portal español Neuronilla.
Leyendo con detenimiento se verá que hay diversidad de técnicas para diversidad de objetivos y de etapas a recorrer. Sin embargo, y aun a riesgo de simplificar, podríamos sintetizar algunas características más o menos comunes a todas ellas:
- - Diferenciar lo cotidiano de lo extra cotidiano
- - Definir claramente el foco o problema sobre el que vamos a trabajar
- - Promover la horizontalidad del grupo
- - Producir la mayor cantidad de ideas posibles postergando la evaluación de las mismas.
- - Enriquecer el lenguaje mediante la utilización de metáforas y analogías
- - Registrar todas las ideas producidas, aún aquellas que pudieran aparecer como excesivamente inusuales.
- - Ir de la imaginación a la racionalidad y viceversa.
- - Seleccionar una idea – o un conjunto de ellas – y concentrarse en analizar su viabilidad en relación a los objetivos de la organización. Especialmente responder la pregunta ¿Qué valor genera?
- - Establecer posibles indicadores de desempeño de la solución propuesta.
- - Esbozar un primer plan de puesta en práctica.
- Cerrar la tarea informando a todos los participantes de los resultados obtenidos y celebrando el tiempo compartido.
Como toda síntesis contiene una dosis muy alta de arbitrariedad y siempre podrá decirse: falta esto o aquello. Es cierto, pero estamos seguros de que nada sobra.
Ninguna idea es tan buena que no pueda ser mejorada, ninguna es tan mala que no exprese un aporte posible.